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Las 20 reparaciones más comunes en el hogar

Las 20 reparaciones más comunes en el hogar

Conocer las reparaciones más comunes en casa y sus posibles soluciones nos ayudará a resolverlas antes y ahorrarnos el pago de la mano de obra

El hogar es una de las cosas más preciadas que tenemos y exige dedicarle mucho mimo en todos los aspectos. Habitamos en él durante la mayor parte de nuestra vida y para conservarlo en perfecto estado hay que mantener la limpieza a ralla y tratar cada uno de sus elementos con sumo cuidado: puertas, cuadros, electrodomésticos, paredes, la decoración, las alfombras, las griferías… hay tantísimas cosas dentro de la vivienda que es muy difícil que sobrevivan todas ellas a los desperfectos más comunes. En Vivirhogar hemos elegido las 20 reparaciones típicas del hogar y os las hemos descrito para que las tengáis siempre presentes. Además, os ofrecemos posibles soluciones y tutoriales que ampliaremos en próximos artículos. Ya lo sabes, ¡hazlo tú mismo!

1. Reparar el pomo de una puerta

¿Qué tal si empezamos hablando de cómo arreglar el pomo de una puerta? Suele suceder que de tanto entrar y salir de una habitación, de forzar excesivamente el manillar o incluso al dejar las ventanas abiertas y no poder evitar portazos bruscos por las corrientes de aire, el pomo de alguna puerta sufra algún desperfecto. El más común es que el pomo se afloje y con el tiempo empiece a moverse cuando lo agarramos. En este caso, apretaremos bien todos los tornillos. Puede que no sea suficiente si los tornillos se han pasado de rosca, en este caso tendremos que rellenar los agujeros de cada tornillo con adhesivo de montaje y unas cuantas astillas de madera; dejaremos secar y cuando volvamos a poner el pomo y a atornillar, el tornillo agarrará en un nuevo agujero mucho más firme. Finalmente, si el desperfecto del pomo es algo estético, lo mejor será sustituirlo por uno nuevo.

2. Recuperar la luz después de un corte

Otro de los comunes percances que sufrimos en el hogar es el corte de suministro de luz tras un fallo eléctrico. Veamos cómo revisar los fusibles tras un corte de luz. Lo más frecuente es que al abrir el cuadro eléctrico (que suele estar en la entrada del piso), veamos que el interruptor de control de potencia o ICP (que aparece en solitario a la izquierda) se ha inhabilitado automáticamente. Esto ocurre porque nuestra compañía suministradora controla el máximo consumo de electricidad que podemos llevar en casa y si cargamos la red con muchos aparatos eléctricos encendidos, este interruptor salta solo. La solución es volverlo a poner hacia arriba y, claro está, desenchufar alguno de los aparatos eléctricos del hogar para que no vuelva a pasar. Si el percance persiste puede que haya sido un apagado general del vecindario y deberéis llamar a vuestra compañía.

fusibles

3. Arreglar una persiana

Es fundamental que las persianas del hogar estén en perfecto estado para mantener en casa la temperatura e iluminación adecuadas. El uso excesivo de estas cintas enrollables acaba provocando el descolgamiento de la misma o la ruptura de una de sus lamas. En ambos casos deberemos desarmar la persiana, la dejaremos completamente bajada y extraeremos su mecanismo. Si tenemos que sustituir una lama rota, tendremos que quitar previamente todas las lamas que haya por debajo de ésta para introducir la nueva. Si el problema es que se ha roto la cuerda, necesitaremos sustituirla igualmente por una nueva. En el siguiente vídeo encontrarás un buen videotutorial para eso.

4. Cambiar una bombilla

Si una bombilla deja de funcionar de repente puede que se haya aflojado y tendremos que enroscarla para ver si ese era el fallo. Si se ha fundido algún filamento interior deberemos sustituirla por una nueva, desenroscando la vieja y enroscando su sustituta. Durante este proceso ten cuidado con dos cosas: antes de manipular la bombilla, corta la electricidad desde el panel principal del hogar (¡evitando el peligro!). Y, al retirar la bombilla vieja, fíjate antes que no queme el cristal… Cuando hayas hecho el cambio, enciende la luz para comprobar que funciona correctamente.

luz

5. Eliminar humedades

Tendremos que buscar el origen del problema. Normalmente es muy común en invierno debido a la lluvia, el viento y la humedad exterior. En este caso tendremos que rascar primero el trozo de pared afectada para que salte la pintura carcomida. Después esa zona la repasaremos con un trapo humedecido con lejía (¡para desinfectar!) Hecho esto, aplicaremos diferentes productos de pintura para evitar que filtre de nuevo la humedad. Estos productos pueden ser: primero, un promotor de adherencia (que ayudará a absorber y fijar la pintura después). Una vez secado, aplicaremos la pintura deseada (teniendo en cuenta si es de exterior, interior, etc). Y finalmente, una vez secada esta segunda capa, podemos aplicar un hidrorrepelente para evitar problemas de exterior. ¡Listos! Si el origen de la humedad es otro, como por ejemplo la filtración de agua a través de la ducha o una tubería… tendremos que realizar los mismos pasos y además sellar bien todo el plato de la ducha, etc.

6. Cambiar un enchufe

Cuando un enchufe del hogar comienza a dar problemas, lo mejor es reemplazarlo por otro nuevo. Esto suele ocurrir debido al uso continuado del mismo, especialmente si al retirar la clavija de los enchufes lo hacemos tirando del cable bruscamente, lo que puede provocar cortocircuitos. El primer paso será comprar un nuevo enchufe (lo mejor es llevar el antiguo a la tienda de electricidad para que te den el correcto). Cuando vayamos a empezar a manipular la corriente, cortaremos el suministro de electricidad. Después, desatornillaremos y retiraremos la tapa central del enchufe; algunas piezas son armazones de vista sujetados a presión que tendremos que retirar aplicando algo de fuerza. Una vez lleguemos hasta la estructura metálica interna del enchufe, la extraeremos con cuidado desatornillando los tornillos que la sujetan a la pared y después haciendo palanca con un destornillador plano. Llegados hasta aquí verificaremos las conexiones entre cables y conductores: comprobaremos que están todos los cables bien sujetos, que no se ha soltado ninguno y que existe una buena conexión entre los tornillos y el alambre pelado de cada cable. Si observamos que está todo bien conectado y sigue fallando el enchufe, o que se ha producido alguna fundición o cambio de color anormal, entonces procederemos a la sustición por el nuevo. Desatornillaremos todos los cables, extraeremos el enchufe antiguo y volveremos a empalmar los cables en el enchufe nuevo. El cable a tierra (color amarillo y verde) debe conectarse con el tornillo central. Los otros dos no respetan ningún orden. Hecho esto, vuelve a colocarlo todo en la pared y arma toda la carcasa del enchufe y verifica que funciona.

7. Arreglar un grifo que gotea

Con el tiempo las juntas de las griferías pierden su eficacia, lo que provoca un goteo permanente. Es contraproducente intentar cerrar el grifo con fuerza para oprimir el goteo, dado que dañaremos más la junta y se deteriorará con mayor rapidez. La solución es cambiar la junta de cierre, una pieza de goma circular que encontraremos al restirar el embellecedor. La podremos extraer bien a presión o, normalmente, a rosca. Si tras cambiar la junta continúa goteando el grifo, la avería se traslada a otras piezas como el rompechorros o el aireador que están enroscadas al caño y puede que se hayan ensuciado con la cal del agua. Si sabemos localizarlas, las limpiaremos bien y si fuera necesario las sustituiremos.

8. Cambiar la cerradura tras un robo

El cambio de cerradura es una reparación típica en el hogar que se puede dar bajo diferentes circunstancias y aunque la más habitual es el robo, también puede haber necesidad de cambiarla en caso de perder las llaves de casa, alquilar una vivienda o finalizar un periodo de alquiler, por mera seguridad en el hogar. Incluso también se vuelve necesario sustituir la cerradura cuando se realizan obras en el hogar o sencillamente cuando se estropea por el uso continuado. Cambiarla es tan sencillo como desatornillarlo todo, empujarla hacia afuera y comprar una cerradura de las mismas dimensiones para colocar en su lugar. De no ser así, no entrará la manilla ni la llave.

9. Arreglar la lavadora

Los problemas técnicos que suele presentar este electrodoméstico pueden ser bien que no desagüe o que no centrifugue, y bajo cualquiera de estas circunstancias la lavadora no puede ser utilizada. Las causas pueden ser tan simples como una obstrucción, o tan complejas como el deterioro y ruptura de una pieza interna. A simple vista, podemos revisar las mangueras y asegurarnos de que no hay obstrucciones ni torceduras y también revisar de que la tapa de la lavadora cierra perfectamente haciendo «clic». Si no funciona, tendríamos que atrevernos a explorar las cintas posteriores y el correcto funcionamiento de la bomba, pero a todas luces es mejor que llamemos a un técnico profesional.

lavadora

10. Arreglar la nevera

Todos los refrigeradores necesitan un mantenimiento periódico porque son uno de los electrodomésticos que más usamos en el día a día. El principal problema que podemos encontrar con el refrigerador es que no enfríe correctamente y acelere la caducidad de los alimentos. En este caso, existen algunos consejos básicos de diagnóstico que pueden ayudarte a repararlo antes de llamar al técnico: asegúrate de que funciona el suministro eléctrico donde está enchufada la nevera; fíjate que la puerta del refrigerador esté siempre cerrada herméticamente; si sufres acumulación de hielo en el interior descongela el refrigerador; comprueba que lo ventiladores están funcionando correctamente y, sobre todo, observa el control de temperatura y comprueba que los ajustes estén en orden.

Comentarios de (1)

  • A WordPress Commenter
    09/06/2022 en 11:37 am Reply

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